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En
el número del 6 de junio de 1986 del diario L’Osservatore
Romano se publicaba, en un recuadro destacado de la primera
página, la siguiente información :
« Congregación para las Causas de los Santos. Hoy,
5 de junio de 1986, en la presencia del Santo Padre, han sido promulgados
siete Decretos que se refieren a… ».
Sigue la lista de tres Decretos de milagros atribuidos a la intercesión
de otros tantos Venerables, y cuatro Decretos de Virtudes Heroicas
de cuatro Siervos de Dios.
El último de ellos es así descrito :
« Las Virtudes Heroicas de la Sierva de Dios Laura
Vicuña, laica, alumna del Instituto de
las Hijas de María Auxiliadora ; nacida en Santiago (Chile)
el 5 de abril de 1891 y muerta en Junín de los Andes (Argentina)
el 22 de enero de 1904 ».
En estos últimos años en que la Iglesia nos está
proponiendo como ejemplo de santidad la vida de hombres y mujeres
de toda condición y de todas las latitudes, en forma tan
numerosa y variada, la noticia no tendría nada de extraordinario,
a no ser por una circunstancia que ciertamente a muchos habrá
pasado inadvertida.
Si se saca la cuenta del número de años que vivió
Laura Vicuña, el resultao es : doce años, nueve meses
y diecisiete días.
Se trata, por tanto, de un Decreto que, promulgado en presencia
del Santo Padre, declara que una niña menor de trece anos
practicó “en grado heroico las Virtudes Teologales
de fe, esperanza y caridad hacia Dios y hacia el prójimo,
y las Virtudes Cardinales de prudencia, justicia, templanza y fortaleza
y las demás relacionadas con éstas”.
Es cierto que la Iglesia venera, en el catálogo de los Santos,
niños, incluso menores, como es el caso reciente de Santa
María Goretti – once años, ocho meses y veinte
dias – pero se trata de casos en que han sellado su santidad
en el acto heroico único del martirio.(2)
Laura Vicuña, en cambio, sería eventualmente
la Santa “Confesora” más joven del catálogo
de los santos.
Para poner en evidencia la novedad, basta recordar que la Congregación
para las Causas de los Santos convocó en 1981 una Asamblea
Plenaria de sus miembros, cuya finalidad era explicada por su Prefecto,
el Cardenal Pietro Palazzini, en estos términos : “
La heroicidad de las Virtudes de parte de niños, o mejor,
de pre-adolescentes, desde el uso de la razón hasta la edad
de la pubertad, ha sido el tema de una Congregación Plenaria,
que se ha desarrollado en Roma del 31 de marzo al 2 de abril de
1981”.
Previamente, dicho Dicasterio romano había llamado a psicólogos,
pedagogos, sociólogos, médicos y teólogos especialistas
en las distintas ramas de la teología, desde la teología
moral hasta la ascetica y mística, a pronunciarse sobre este
problema.
Es claro que la heroicidad incluye la fidelidad perfecta a los deberes
del propio estado, y esto obliga fundamentalmente a una continuidad,
a una perseverancia en la Virtud.
Pues bien, es precisamente ésta la condición que es
difícil de verificar en el caso de un niño, a causa
de la brevedad de su vida.
El Cardenal Palazzini concluye su presentación así
: “No escapa a la atención de nadie que el problema
es de solucion más fácil cuando se trata de niños
mártires.
Para la aceptación del martirio, es suficiente el uso de
la razón. Por otra parte, la hagiografía conoce casos
de niños venerados como mártires. Además de
los Santos Inocentes, cuya fiesta remonta, según parece,
al siglo V, en la beatificación de los doscientos cinco mártires
japoneses se encuentran quince niños entre doce y trece años
y uno de dos años.
Mas difícil se presenta el problema cuando se trata de la
beatificación y canonización de niños como
Confesores.
El más joven hoy en el catálogo de los Santos canonizados
es Santo Domingo Savio, con catorce años, once meses y siete
dias.
¿Se puede descender bajo este nivel, y cuánto, como
cómputo de años?”
Es esta la cuestión que los Cardenales y Obispos miembros
de la Congregación para las Causas de los Santos estaban
llamados a resolver.
Esto sucedía hace más de veinte años.
Ahora es tiempo de preguntarnos, ¿quién es ésta,
que con su breve, pero heroica vida, está al punto de dar
al problema una respuesta afirmativa, haciendo descender ese límite
inferior por debajo de los trece años, y poniendo así
un antecedente de grandes consecuencias pastorales? (3)
(2)
Santa María Goretti (15 octubre 1890 – 5 julio 1902).
El martirio fue reconocido en 1945; fue canonizada como virgen y
mártir por S.S. Pío XII el 24 de junio de 1950.
(3)
La beatificación de Laura Vicuña se realizó
el 3 de septiembre de 1988, en el gran Santuario Salesiano de Colle
en Turín, dentro de las celebraciones para el centenario
de la muerte de San Juan Bosco.
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