SU
HISTORIA |
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«¡Ella
es mi Madre!» |
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El
seminarista salesiano Felix Ortiz, en el periódico quincenal
de Viedma “Flores del Campo” del 14 de mayo
de 1910, publicó una memoria de los últimos momentos
de Laura, de los cuales fue testigo.
Citamos algunas frases:
“También yo fui a visitarla… Acercándome
a su cama, le pregunté, qué era lo que más
la alegraba en ese momento.
Ella sonriendo me susurró casi al oído:
“Lo que más me consuela, en este momento, es
haber sido siempre devota de María. ¡Oh, sí,
ella es mi Madre, ella es mi Madre! Nada me hace más feliz
que pensar que soy Hija de María”.
La hermana María Rodríguez confirma este testimonio,
declarando: “Laura era muy devota de la Virgen, especialmente
de la Virgen del Carmen, como buena chilena”.
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Estatua
de Laura, Fundación Laura Vicuña |
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